Quilapayún Header Quilapayún - Sitio oficial
Quilapayún en Mendoza por la Memoria
PorHugo Lagos FechaMarzo 2009

Yo no fui, pero estuve ahí. El domingo 22 partimos de vuelta a Francia después de nuestros dos conciertos en Cataluña, de los que ya hablé. El mismo día en la noche Carlos, Hernán y Guillermo salieron para Mendoza, vía Santiago de Chile: llegar a la casa, lavarse los dientes, un besito a las respectivas señoras y partir al aeropuerto. Por su parte, Farsán e Ismael partieron directamente a Santiago desde Barcelona. Ricardo Junior y Rubén esperaban a estos viajantes para partir en auto desde Santiago. O sea, un viaje de locos. Eduardo ya estaba en Mendoza desde el sábado. Recién la noche del lunes pudimos juntarnos todos menos uno: A Ricardo Junior se le había quedado el carnet de identidad en Santiago y tuvo que devolverse desde el paso de los Libertadores a buscar su pasaporte para partir al día siguiente y llegar justo dos horas antes del comienzo del concierto. El lunes en la noche ya estábamos todos reunidos en torno a una mesa típica argentina, con bife chorizo y todo lo demás. La misma amistad, el mismo compañerismo de siempre, que han sido el alma de nuestro grupo. Hasta los Ventiscka se sumaron al viaje y llegaron hasta Mendoza cargados con su amistad y sus inapreciables instrumentos.

Se preguntarán por qué tanto sacrificio. La respuesta es simple: se trataba del 33 aniversario del Golpe Militar argentino y de una convocatoria del Comité de Derechos Humanos de la comuna de Godoy Cruz, el lugar más populoso de Mendoza. Venían especialmente las madres de la Plaza de mayo y nuestro concierto era el cierre de una manifestación que partiría desde el centro mismo de la ciudad. Había que estar ahí.

Y ahí estuvimos.

Mendoza es la ciudad de provincia más linda que yo conozca, con sus calles arboladas, sus antiguas acequias, sus plazas, la amabilidad de la gente. Esta vez, como en esa inolvidable gira de 1985, las calles estaban llenas de afiches del Quilapayún. Se respiraba la presencia nuestra por todos lados. Hasta en los postes de la calle peatonal (Sarmiento) había pequeños afiches, de modo que los paseantes que llenaban los cafés de ese lugar no podían ignorar nuestro concierto. La mañana del martes ensayamos en la sala de actos de un supermercado (no es broma) y a las seis partimos a la prueba de sonido. Un típico parque popular, con todo impecablemente ordenado y sobre el césped, frente al escenario, medio vecindario jugando una pichanga. Poco a poco el lugar se fue llenando. Se habían dispuesto dos mil sillas frente a la escena que rápidamente se coparon. Ya estaba bastante lleno el lugar cuando llegaron los que habían participado en la manifestación, de modo que el parque se repletó. (Ya lo sé, algunos deben haber leído en un diario local que los asistentes fueron 500. Creo que sin mala intención, al periodista se le cayó un cero). Como siempre nos ocurre cuando hay una respuesta de público como esta, la adrenalina nos hizo cantar mejor que de costumbre. Fue un éxito rotundo, los organizadores nos abrazaban y hasta nos nombraron hijos ilustres de Godoy Cruz. Por si alguno duda, todo quedó filmado para el Canal Telesur de Venezuela que andaba haciendo un reportaje especial que se transmitirá el mes de agosto de este año.
Mucho calor, como si el verano se hubiera prolongado, cielos azules, con hermosos cúmulos de un blanco que hiere la vista, cariño entrañable de los argentinos, que siempre han sido uno de los públicos que mejor han apreciado nuestra música, abrazos y reconocimientos afectuosos por todos lados. Un concierto redondo.

Ahora, volver a Chile, comerse el último bife chorizo en Uspallata, grabar hasta este fin de semana para terminar nuestro disco y volver a Europa los que ahí vivimos. Como preguntó un Vestiscka: “¿Y ahora qué tenemos?” No se apresuren: muchas cosas. Ya se las iremos anunciando...